Trote First reviews
Baño se maneja con absoluta soltura entre la observación sutil y la visceralidad de aquellos momentos en que los personajes explotan. No hay, de todas maneras, subrayados ni golpes de efecto. Las reacciones son acordes con la descripción psicológica previa, con el retrato de ese universo lleno de condicionamientos y decepciones que el director supo construir en sólidos, concisos 80 minutos. Una ópera prima de una sofisticación y una convicción infrecuentes.
Xacio Baño presentó ‘Trote’, su primer largometraje, una película planteada a partir de pinceladas etnográficas, y en la que primaba aquello que la cámara no podía (o no quería) ver. Con paso elegante y precisión exquisita en el encuadre, dio vida a las tensiones inmensas dentro de un micro-universo encerrado en el corazón de Galicia. Éstas eran invisibles, pero se sintieron latir en prácticamente cada fotograma. En la dirección de actores, en la disposición de los cortes, en la escritura de las -pocas- líneas de diálogo… La bestia no podía se aplacada: el peso de los roles de familia (artificial pero insoportable) amenazaba con aplastarlo todo. Y lo hizo, amparado por la inimputabilidad que le confería el fuera de campo. Incontestable muestra de comprensión de todo lo que cabe entre los espacios que nos deja el lenguaje cinematográfico.